En un entorno como el actual, altamente competitivo, donde muchas personas pueden igualar o superar tu perfil, la comunicación es una herramienta que puede ayudarte a marcar la diferencia.
La comunicación se entiende a veces como algo que sucede sin más, muchas personas no piensan que sea algo que podamos estructurar o planificar, sin embargo, planificar tu mensaje y forma de comunicarte aumentará tus posibilidades de encontrar empleo. La forma en que cada uno de nosotros comunicamos aquello que sabemos hacer, suele ser totalmente diferente.
Uno de los aspectos más importantes es que tu comunicación sea coherente, piensa con qué herramientas comunicas en cada fase de un proceso de selección:
Currículum y carta de presentación
Primera llamada telefónica del seleccionador
Tus perfiles en redes sociales (imagen digital)
Tu presencia y comunicación en una entrevista (imagen física)
Interacciones posteriores a la entrevista
Por ejemplo, si dices en tu currículum que eres una persona proactiva, este aspecto deberá reflejarse en todas las fases, debes hacer preguntas, debes mostrar una postura corporal correcta, tu lenguaje no verbal debe ser dinámico, etc. Así se transmitirá un mensaje coherente. Por ello es tan importante que trabajes el autoconocimiento y que aquellos aspectos que figuren en tu currículum sean realmente verdad. Además, actualmente es básico que tu imagen digital y física se correspondan y sean ambas profesionales.
Por último, algunas recomendaciones generales para tener una comunicación eficaz:
Realiza una escucha activa y sin prejuicios.
Elabora y ensaya tu mensaje. Toma conciencia de aquello que quieres transmitir.
Valora cómo lo quieres transmitir.
Transmite desde la honestidad y respeto.
Comunica con emoción, asertividad y empatía.
Claridad y adecuación. Expresa tu idea de manera clara y en el momento y lugar adecuado. Piensa que también debe ser clara y adecuada para los otros.
Una comunicación bien planificada y entrenada puede impactar ante nuestro interlocutor de una manera positiva respecto a nuestro objetivo y puede ayudarnos por tanto a lograr ese empleo tan deseado, no la dejes al azar. ¡Practica!
“Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice”. Peter Drucker
Este post es una actuación enmarcada en el programa PILA, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en colaboración con la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica de Asturias y el impulso de CEPES como Organismo Intermedio del FSE.
El networking es un concepto que se ha puesto muy de moda en los últimos años, sin embargo en su base, podemos encontrar algo que habitualmente ya veníamos gestionando, los contactos.
Hacer Networking consiste encrear y mantener una red de contactos que te pueda ser de utilidad a nivel profesional. Obviamente esta tarea no es algo que podamos hacer de un día para otro y por ello no debería ceñirse únicamente a los momentos en los que estás buscando empleo, sino que deberías cultivarla de manera activa a lo largo de toda tu carrera profesional.
¿Cómo crear tu red de contactos?
Cercanía. Antes que nada, examina tu entorno cercano, piensa en compañeros de anteriores trabajos, de universidad, cursos de formación realizados, de gimnasio etc. y en si alguno de ellos puede ayudarte en este proceso.
Redes sociales profesionales. Con Linkedin ya no tienes excusa, tienes a tu alcance a los directivos de diversas empresas, responsables de recursos humanos, etc.
Eventos, charlas, formaciones. Acude a este tipo de eventos para relacionarte y conocer a personas de tu mismo sector.
¿Cómo se crea y mantiene esta relación con los contactos?
Es importante definir qué tipo de relación ha de tenerse con estos contactos.
Si agregas a estas personas a tu red social y/o a tu agenda, pero no mantienes una interacción con esa persona, ese contacto no será de utilidad.
Debe existir una interacción e intercambio de información mutuos:
Interésate por lo que la otra parte necesita y plantéate si tú le puedes ayudar.
Proporciona información de utilidad sobre noticias sectoriales o de interés para ambos.
Facilitaros mutualmente recursos de ayuda.
Compartid opiniones y/o intereses.
De esta manera podréis cultivar y mantener una relación provechosa para ambas partes.
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Todo proceso de selección cuenta con varias fases. En la primera fase de reclutamiento, el seleccionador tiene por objetivo conseguir curriculum que se ajusten al perfil. No trata de reunir un gran volumen de candidatos sin más, sino que busca llegar a aquellos perfiles adecuados al puesto vacante.
Para conseguir estas candidaturas, el seleccionador adapta su búsqueda y utiliza las fuentes de reclutamientomás adecuadas para cada puesto. Estas fuentes son espacios, físicos o virtuales, a los que se acude en primer lugar para publicar la oferta de empleo y llegar a los candidatos más idóneos para ese puesto.
Las principales fuentes de reclutamiento hoy día son:
Portales de empleo corporativos y redes sociales. Si te diriges a empresas grandes, esta es una de sus habituales fuentes de reclutamiento. Investiga sobre la empresa, busca el apartado de “trabaja con nosotros” en su página web y síguela en redes sociales para mantenerte informado de sus ofertas.
Portales de empleo del tipo Infojobs o Infoempleo: Son una de las herramientas más conocidas, debes estar registrado en ellas sí o sí, sin embargo, eso no significa que sean las más útiles, dado que son más accesibles y conocidas, la competencia es mayor.
Servicio Público de Empleo: la página de ofertas del servicio de empleo de tu comunidad, en Asturias Trabajastur. Publicar un anuncio en dicha página es gratis para la empresa, por ello es la opción preferida de pequeños y medianos empresarios. Si esta es tu empresa objetivo, no olvides esta fuente de reclutamiento.
Agencias de colocación y Empresas de trabajo temporal: Son intermediarios que facilitan la labor de búsqueda a las empresas “cliente”. Sigue sus redes sociales y regístrate en sus portales para poder acceder a sus procesos.
Anuncios de empleo en prensa: por todos es sabido que los anuncios de prensa en papel están totalmente en desuso, sin embargo, su versión digital, como milanuncios, es habitualmente utilizada para determinados perfiles como hostelería, construcción y oficios en general.
Como puedes ver, casi todas las fuentes de reclutamiento se sitúan en el entorno digital, por lo que saber desenvolverte en este entorno es crucial para tu búsqueda.
Por último, señalar que la mayoría de las empresas utilizan varias fuentes, por lo que utilizar metabuscadores como Indeed te ayudara a ahorrar tiempo y esfuerzo. En este tipo de portales se vuelcan todas las ofertas de diferentes fuentes por lo que te simplificará la labor de búsqueda, aunque es importante saber que a la hora de enviar tu currículum tendrás que estar registrado en la fuente original.
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Mantener la motivación durante la búsqueda de empleo es uno de los pilares fundamentales para obtener resultados. Durante este recorrido, muchas personas acaban perdiendo la motivación y cayendo en un estado de pasividad y evitación que les lleva, entre otras cosas, a dejar a un lado la búsqueda activa y a perder oportunidades laborales.
Algunas de las claves para mantener la motivación en el tiempo durante este proceso:
La actitud y el lenguaje interno
Mantener una actitud positiva es importante para la motivación, lo podrás hacer si prestas atención a tus pensamientos, o lo que es lo mismo, a aquello que te dices a ti mismo. Pensamientos del tipo “ya estoy en una edad difícil para encontrar trabajo”, “no estoy cualificado”, “no voy a encontrar trabajo”, «es que ni me llaman», “sólo hay trabajo basura” etc., no ayudarán a motivarte sino todo lo contrario.
Para afrontar la búsqueda y obtener resultados necesitas sentirte anímicamente bien, por lo tanto, sé práctico y procura reformular tus pensamientos y creencias en pro de tus objetivos. No te agobies, los pensamientos negativos llegarán, eso es una realidad.
👉 Un primer paso es tomar consciencia de ellos y ser capaz de identificarlos.
👉 En segundo lugar no los tomes como una verdad absoluta, no por pensar eso se convierte en una realidad, ni tampoco serás lo que piensas.
👉 En un tercer paso, replantéate esos pensamientos y creencias, intenta «darles la vuelta» y cuestionártelos: «¿realmente tener cierta edad me va a cerrar todas las puertas?», «¿acaso no tengo más que aportar gracias a mis experiencias y vivencias?», «¿y no puedo aportar mi ilusión y mis ganas de trabajar?», «a mí también se me da bien hacer esto…», «si yo aprendo rápido», «igual puedo trabajar en ocupaciones distintas a mi profesión, hacerlo bien y estar contento» etc.
Procura sustituir esos pensamientos iniciales negativos por otros más positivos. Inténtalo y vete practicando, es cuestión de ir entrenando tu mente, este ejercicio te ayudará a relativizar y a no perder la motivación.
Ten en cuenta también, que es muy importante tener una vida plena y activa en las diferentes facetas, no te centres únicamente en la búsqueda de empleo.
Pasa de preocuparte a ocuparte. Crea hábitos
Si solo te focalizas en tu mente y no actúas, te preocuparás en exceso por todo y cada vez por más cosas, por ello necesitas actuar.
En tu búsqueda de empleo márcate pequeños objetivos alcanzables que te permitan ver tu avance diario y motivarte, no te centres ni te preocupes en exceso por todo lo malo que podría pasar o por todo aquello que escapa a tu control.
Y sobre todo, no esperes a que la inspiración o motivación llegue por arte de magia, esto es un gran error. Debes crear hábitos y rutinas de trabajo que se desarrollen de forma casi automática, al margen de si tienes un buen o mal día, ¿verdad que cuando tienes un trabajo, acudir a él no es algo optativo? Pues intenta aplicar esa misma premisa en tu búsqueda activa diaria.
Acepta los fracasos y acéptalos como parte del proceso y fuente de aprendizaje
Parte de la base de que ser descartado en una entrevista de trabajo o en varias, forma parte del proceso de búsqueda, procura que esto no te desestabilice, lógicamente no eres inmune a estas contrariedades y en determinadas ocasiones te sientas flaquear, pero no lo tomes como un fracaso personal, no te bloquees, acepta estos reveses como parte inherente de la búsqueda de empleo y sigue avanzando, estás en el camino.
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¿Cuántas veces has tenido la sensación de que, tras inscribirte a una oferta de empleo, gestionada a través de alguna plataforma, rechazaban tu candidatura sin haberla siquiera leído? Es una cuestión que, probablemente, todos nos hemos planteado alguna vez estando inmersos en la búsqueda de empleo y que, directa o indirectamente, puede conllevar cierto grado de desmotivación y desconfianza. La respuesta a esta pregunta podría estar en el sistema denominado ATS (Applicant Tracking System) o sistema de reclutamiento.
El alto valor del tiempo de trabajo combinado con el avance de las nuevas tecnologías, conlleva que las grandes empresas necesiten una mayor eficiencia y rapidez en sus procesos de selección, y es por ello que recurren a nuevas herramientas y softwares que les ayuden en este proceso. En definitiva, un sistema que facilita la criba curricular a través de palabras clave: competencias y conocimientos propios a dicho proceso de selección.
Entonces, ¿Qué pautas podemos seguir para aumentar nuestras posibilidades y que el sistema no nos descarte de manera automática?:
Antes de lanzarnos a subir nuestro currículum debemos analizar bien la oferta, de modo que podamos emplear palabras clave que tengan relación con nuestro sector profesional. Para ello es importante fijarnos en diferentes ofertas de empleo de nuestro ámbito, conocer su lenguaje y añadir esas palabras a nuestro currículum.
Realizar una clara diferenciación de los apartados de nuestro currículum(experiencia, formación etc.) ya que el sistema filtrará de forma equivalente. Es fundamental realizar una lectura previa de la oferta, y nombrar los apartados que contenga de manera exacta. Por ejemplo, si en la oferta denomina a uno de los apartados “formación académica” y en tu currículum figura “estudios”, adapta los términos. Al igual que es importante observar como mencionan las formaciones académicas “Bachiller” “Bachillerato” etc.
Realizar una indagación sobre las palabras clave que figuran en la oferta a la que queremos postular. Analizaremos los requisitos indispensables solicitados y los añadiremos a nuestro currículum, siguiendo en todo momento un objetivo realista. No añadas información falsa, ya que a la larga puede perjudicarte.
Tratar de no incluir información relevante en encabezados y pies de página, ya que el propio sistema tiene ciertas complicaciones para detectar la información en estas posiciones. Es recomendable utilizar encabezados sencillos y no exceder en ningún caso de dos páginas.
Una vez planteadas estas cuestiones, buscaremos que las palabras clave tengan una coherencia y un sentido en el currículum, que sigan un hilo conductual y que no se conviertan en palabras puestas aleatoriamente. Al final, el currículum es nuestra carta de presentación de cara a afrontar un proceso de selección. Debemos ser sinceros en todo momento y saber adecuarlo y adaptarlo a las diferentes necesidades.
En muchas ocasiones la búsqueda de empleo nos puede parecer frustrante y agotadora, sin embargo, también es un proceso en el que adquirimos muchas competencias que nos ayudan en nuestro desarrollo personal. Solo tenemos que ser realistas y trabajar en la construcción de un objetivo profesional, y más pronto que tarde podremos recoger los frutos de todo lo que hemos ido sembrando.
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Ahora que conoces la utilidad de la carta de presentación en la búsqueda de empleo y lo importante que es aprovechar esta vía de comunicación para diferenciarte y captar la atención del reclutador, vamos a pasar a explicar su estructura.
Empezaremos por los objetivos que debe cumplir la estructura de la carta de presentación:
– Explicar por qué estás enviando tu currículum vitae.
– Indicar cómo te enteraste del puesto de trabajo vacante o de la empresa.
– Convencer al lector para pasar a leer tu currículum.
– Destacar y centrar la atención en aspectos que sean relevantes para el puesto, como formación, trabajos relacionados, prácticas, idiomas, etc.
– Reflejar tu personalidad, motivación, actitud, o entusiasmo hacia el puesto.
– Complementar con información adicional solicitada en la oferta y que no recoja tu currículum vitae, como, por ejemplo, tu disponibilidad o expediente académico.
La carta de presentación se divide en dos partes.
En la primera parte se incluyen:
Los datos personales: nombre y apellidos y dirección completa.
Los datos de la empresa: si no tenemos el contacto directo, indicar departamento de Recursos Humanos, la dirección completa, y referencia de la oferta si procede.
Fecha: Misma fecha de envío.
Es muy importante que verifiques estos datos, que la dirección de la empresa corresponda realmente con la empresa a la que te estás dirigiendo, te sorprenderá, pero muchas veces se cometen ese tipo de errores, sobre todo cuando se hace una carta genérica por sector, o porque se reescribe sobre otra carta. Comprueba también que el nombre de la persona de contacto es el correcto, no tiene errores ortográficos ni está mal escrito. Por último, asegúrate de que la fecha corresponde a la fecha definitiva de envío.
La segunda parte se puede subdividir en varios párrafos, lo más habitual, de entre tres a cinco párrafos:
1. El primer párrafo, como introducción, es el más importante, ya que, dentro de la estructura, es el que motiva al lector a continuar leyendo. Para que sea efectivo deberá cumplir 3 objetivos:
Explicar el motivo de la carta.
Ofrecer la información precisa, para que el lector pueda en principio saber lo que puedes aportar a las necesidades de la compañía.
Cautivar al lector.
En el caso de ser referido por alguna persona, deberías de citarlo en este primer párrafo.
2. En el segundo párrafo, relacionado con tus competencias, debes de explicar por qué quieres trabajar para esa compañía y por qué estás cualificado para ese puesto. No menciones competencias que no apliquen al cargo específico que estás buscando. Este es el párrafo, dentro de la estructura de la carta, que utilizas para venderte a ti mismo y, además, les dejas ver que esta no es una carta genérica. No hagas esta sección muy larga, sólo da información que sea relevante al cargo y que quizás no aparezca reflejada en tu currículum.
3. En el tercer párrafo debes de recoger tus posibles aportaciones a la empresa. Debes de explicar por qué estás interesado en la empresa o en el sector y qué cualidades reúnes para encajar en el puesto y para ser útil en la empresa. Debes relacionar los logros y éxitos que consideres que pueden ser importantes para el puesto que solicitas.
En esta parte de la carta, puedes incluir también datos relevantes que muestren que estás familiarizado con la compañía o el sector.
4. El cuarto párrafo puede ser una llamada a la acción donde poder mostrar tu interés por participar en el proceso de selección que corresponda o concertar una entrevista.
5. Un último párrafo como despedida y muestra de gratitud. Con frases del tipo: “Gracias por su tiempo…”, “a la espera de sus noticias…”, “sin más, se despide atentamente…”. A continuación, y como cierre final, no olvides añadir tu nombre o firma.
Este post es una actuación enmarcada en el programa PILA, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en colaboración con la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica de Asturias y el impulso de CEPES como Organismo Intermedio del FSE.
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