La agenda de búsqueda de empleo

La agenda de búsqueda de empleo

La agenda de búsqueda de empleo es una herramienta que permitirá que optimices tu tiempo a la hora de buscar trabajo. Consiste en llevar un registro por escrito de las tareas y actividades que realizas con el objetivo de encontrar un empleo.

Este registro debe tener las siguientes características:

  • Realizarse por escrito, ya sea en papel o en formato digital.
  • Tener continuidad en el tiempo a lo largo de tu proceso de búsqueda. Si empiezas con mucha ilusión, pero a los dos días dejas de apuntar, no te será de utilidad.
  • Ser concreto y específico: anota tareas concretas, el tiempo que le dedicarás y cuándo lo harás. Por ejemplo:
    • Todos los días a las 11 mirar en 10 minutos Trabajastur.
    • Cada día dedicar 30 minutos buscar empresas de interés a las 18:00.
    • Una vez a la semana, los viernes a las 9:00, dedicar 1 hora para enviar autocandidaturas.

¿Qué contenido anoto?

  • Agenda específica de horarios y tareas como la del ejemplo anterior.
  • Ofertas a las que estas enviando tu CV.
  • Contactos que realizas para enviar tu autocandidatura.
  • Actividades a las que asistas tales como: formaciones, eventos, etc. E incluye información relevante como a quién conociste, de qué se hablo, empresas participantes, etc.
  • Anota el usuario y contraseña de todos tus registros en portales de empleo y páginas similares.
  • Escribe en qué páginas de empleo estás registrado y en cuáles no.

En definitiva, este registro podría asemejarse a un diario, de todo lo relacionado con tu búsqueda de empleo.

¿Qué ventajas tiene llevar este diario?

  • Te ayuda a tener datos, no es lo mismo pensar “está bien, he enviado algún CV esta semana” que saber con datos que has enviado el CV a 12 ofertas esta semana y que te han llamado a dos entrevistas, por ejemplo.
  • Gestionarás mucho mejor tu tiempo y no te sentirás culpable el resto del tiempo libre que tengas porque habrás cumplido con la agenda definida.
  • Al saber exactamente qué haces, te sentirás más satisfecho y por tanto motivado a seguir con la búsqueda.
  • Crearás un hábito, y aunque esto es algo que lleva tiempo, lo hace todo más fácil. Una vez creado el hábito no existen excusas como la pereza o el no tengo tiempo.
  • Da estructura a tu búsqueda, organiza en qué momentos de tu día harás estas tareas, te permite comprometerte con ellas y hacer un seguimiento objetivo y cuantitativo de tu búsqueda.
Autoconocimiento Emocional

Autoconocimiento Emocional

Si pensamos detenidamente en la trascendencia de nuestras emociones, observaremos que todos los días nos suceden cosas que producen que sintamos emociones, y que son muchas las ocasiones en que éstas influyen decisivamente en nuestra vida, aunque muchas veces no nos demos cuenta.

Gran parte de nuestras decisiones son influenciadas en mayor o menor grado por las emociones. Y ante esta realidad, cabe resaltar también que existen personas con un dominio de su faceta emocional mucho más desarrollada que otras.

La toma de conciencia de las emociones constituye la habilidad fundamental sobre la que se edifican el resto de habilidades y componentes de la Inteligencia Emocional, así como el resto de dimensiones del Autoconocimiento.

El Autoconocimiento Emocional o Autoconciencia es por tanto la primera aptitud de la Inteligencia Emocional (IE). Parte de que, si no conoces tus emociones, si no aprendes a identificar tus estados de ánimo y las consecuencias que estos pueden tener en tu comportamiento, difícilmente podrás controlar tus reacciones y utilizarlas productivamente. Tampoco podrás comprender bien el comportamiento de los que te rodean, identificar sus sentimientos y emociones, ni podrás actuar con efectividad en tus relaciones interpersonales.

Nuestras emociones pueden proporcionarnos información valiosa sobre nosotros mismos, sobre otras personas y sobre determinadas situaciones.

Las personas rígidas en sus emociones:

  • Se sienten, a menudo, desbordadas por sus emociones, y por tanto atrapadas en un bucle.
  • En ocasiones sienten que no pueden controlar su vida.
  • Viven atrapados en sus creencias y juicios por lo que les resulta difícil comprender a los demás y muchas veces a sí mismos.
  • Todo cambio es vivido como amenazante

La persona consciente de sí misma:

  • Es consciente de sus estados de ánimo.
  • Son personas que conocen bien las facetas de sus estados emocionales, saben qué están sintiendo y por qué, comprenden los vínculos existentes entre sus sentimientos, pensamientos, palabras y acciones en sus relaciones interpersonales.
  • Conocen el modo en que sus emociones influyen en su bienestar y en su rendimiento y han aprendido a reconducirlas cuando la situación lo requiere.

Una persona emocionalmente inteligente es aquella capaz de sentir, entender, controlar, gestionar y modificar satisfactoriamente las emociones propias y ajenas, superando obstáculos, logrando objetivos y mejorando con ello la calidad de sus relaciones y aspiraciones profesionales.

Cómo organizar tu búsqueda de empleo

Cómo organizar tu búsqueda de empleo

Casi todas las personas nos hemos visto en algún momento de nuestras vidas en situación de búsqueda de empleo, por lo que podríamos deducir que es algo que todos sabemos hacer, sin embargo, esto no siempre es así.

Sin la estrategia adecuada puedes estar derrochando tus esfuerzos, con la consecuente desmotivación, por ello a continuación te mostraremos cómo puedes organizar tu búsqueda de empleo para conseguir los mejores resultados sin derrochar tu energía.

Los tres pilares para organizar tu búsqueda de empleo serán:

  1. Valorar los recursos de los que dispones.
  2. Elaborar una agenda o diario de empleo, siempre por escrito.
  3. Hacer seguimiento.

En primer lugar, debes valorar si dispones de todo lo necesario, ¿Y a qué nos referimos en este caso? Pues lo mínimo para poner en marcha una búsqueda efectiva sería:

  • Disponer de conexión a internet.
  • Tener un correo electrónico profesional con tu nombre y apellidos.
  • Tener actualizado y accesible tu curriculum. Es importante que dispongas tanto de la versión Pdf no editable, que será la que envíes a las empresas, como de tu CV en un formato de Word o similar que sí puedas editar, el cuál actualizarás siempre que sea necesario.
  • Tener un texto de presentación que incluirás en el email con tu archivo CV adjunto, donde en dos líneas te presentas y resumes tu experiencia, conocimientos y habilidades.
  • Conocer cuáles son los canales de búsqueda adecuados para tu perfil.

Si alguno de estos puntos cojea, deberás empezar por aquí. Puedes contactar con ASATA si crees que una ayuda extra te sería de utilidad en estos primeros pasos.

En segundo lugar, debes escribir una agenda o diario de tu búsqueda. A través de la creación de una agenda de este tipo gestionarás y organizarás los recursos para buscar trabajo de una forma más organizada y eficaz. En esta especie de diario anotarás las tareas a realizar y le asignarás un día y un horario específico. No importa si lo haces en versión digital o en papel, pero anotarlo es vital para poder tener éxito.

Por último, realizarás un seguimiento de las tareas realizadas para valorar los resultados conseguidos y así poder priorizar aquellas tareas que te aportan más valor.

Con estas tres claves podrás optimizar tu tiempo porque orientarás tus esfuerzos y energía en la dirección adecuada, además mantendrás la motivación durante más tiempo, lo cuál es crucial para tener éxito y encontrar ese trabajo que tanto anhelas.

Los Valores

Los Valores

Los valores son nuestros principios esenciales, las direcciones vitales transversales que guían y orientan nuestra vida y que pueden darle un significado. ¿Qué es lo más importante para ti?, ¿qué da sentido a tu vida?

Algunas características de los valores que nos pueden ayudar a entenderlos mejor:

  • Los valores son elecciones que implican hacer abstracción de los condicionantes sociales.
  • Los valores tienen un carácter transversal y un cierto nivel de abstracción. Sin embargo, debemos saber definir qué significa cada valor para nosotros.
  • Aportan una dirección que da sentido a nuestras decisiones y a nuestra vida; ¿dónde llevan los objetivos sin valores que los dirijan?
  • La gestión constructiva de los errores y de los “fracasos” puede llevarnos hacia los valores.
  • Los valores dependen de nosotros; no de los demás. Por ejemplo, puedo caminar hacia el valor de ser altruista, independientemente de la conducta de las otras personas.
  • Los valores no son sentimientos. Sin embargo, caminar hacia el valor nos hace sentir bien.

Algunos ejemplos de Valores: Respeto/Tolerancia, Justicia, Libertad, Gratitud, Honestidad, Igualdad, Amor/Amistad, Sinceridad/Autenticidad, Independencia/autonomía, Crecimiento personal, Ayuda a los demás, Cooperación/Compartir, Humildad/sencillez, Superación/Esfuerzo, Constancia/perseverancia, Lealtad, Responsabilidad, etc.

Sin embargo, a veces, los valores, más que valores, son estereotipos sociales de los valores que, supuestamente, deberíamos tener. Pero, ¿realmente los has elegido tú? ¿O es lo que se espera de ti? Algunos, parecen “Deberías” disfrazados de valores, lo que puede llevarnos a actuar en contra de nuestras necesidades y contra nosotros mismos. A continuación, vamos a plantear algunas diferencias entre Valores y “Deberías”:

VALORES“DEBERÍAS”
Asumen las limitaciones de nuestra especie y las limitaciones personales (sé que no los puedo conseguir).No asumen nuestras limitaciones. “Me exijo ser como no puedo ser”.
Basados en la libertad personal. “Los elijo” (siempre dentro de las posibilidades de libre elección del ser humano).“Impuestos” por nuestra herencia filogenética y por las normas sociales de los diferentes contextos que forman nuestro hábitat social.
Promueven el crecimiento personal; dirigirte a “Ser como quieres ser”Promueven que “seas como los demás quieren que seas”
Tienen un compone importante de reflexión.Dependientes de nuestro miedo al rechazo.
Asumen el error como un motor del crecimiento.No asumen el error y el error se vive como un fracaso.
Basados en el camino. Es decir, en el proceso.Basados en conseguir logros y resultados.
Es necesario trabajo, trabajo y trabajo, para que, gradualmente, pasen a formar parte de nuestra identidad.Forman parte de nuestra identidad y en ocasiones no son conscientes.
Promueven una autoestima sana.Promueven una autoestima basada en el logro y la aceptación social.

Algunas sugerencias para trabajar los Valores:

  • Para empezar a trabajar los valores es aconsejable identificar las normas que orienten nuestra conducta en los diferentes ámbitos de la vida (familia, trabajo, amigos, relaciones sociales…).
  • A continuación, haremos la siguiente reflexión: ¿Quiero realmente que estas normas determinen mi actitud y dirijan mi vida?, ¿son “Deberías”, son objetivos o son valores?, ¿cómo los he aprendido e interiorizado?, ¿están basados en el respeto de mis necesidades o en las exigencias familiares y sociales?, ¿implican renunciar a mí mismo?…
  • Este proceso de reflexión nos traslada a preguntas fundamentales ¿qué valores quiero que orienten mi vida en cada uno de los ámbitos?, ¿qué es lo más importante para mí?
  • Una vez hayas realizado una selección de “tus valores”, los que mejor te definen, es importante que describas lo que significa para ti cada valor. Nuestros valores, con frecuencia, son valores vacíos, sin contenido, y en otros casos demasiado abstractos para cumplir su principal función: orientar nuestra vida y nuestras decisiones.

Los valores nos ayudan a tomar decisiones adecuadas y coherentes, jugando un papel enormemente importante en nuestro bienestar emocional. Nos sentimos completos y bien con nosotros mismos cuando somos fieles a nuestros valores e ideas más profundas. Al contrario, cuando fallamos o somos indiferentes a ellos, aparecen los sentimientos de culpa y malestar.

Es importante tener en cuenta que los valores no tienen por qué ser estáticos y conviene revisarlos a medida que evolucionamos como personas, podemos añadir y/o eliminar alguno, reformularlos… al fin y al cabo van a orientar nuestra vida.

Un plan para lograr tu objetivo profesional

Un plan para lograr tu objetivo profesional

Un plan es un conjunto de acciones que organizadas en el tiempo de manera adecuada nos permiten conseguir un objetivo determinado.

En otras ocasiones te hemos hablado de la agenda o diario de empleo, esta herramienta puede ser muy útil a la hora de plasmar tu plan y estrategia de búsqueda acorde con tu objetivo profesional.

Tu plan deberá estar recogido por escrito e incluir estos aspectos:

  • Tareas específicas y alcanzables. Divide las tareas más grandes o más genéricas en pequeños pasitos que puedas ir dando cada día o cada semana.
  • Fechas concretas de inicio y fin de cada hito, por ejemplo, para enviar candidaturas durante un mes, para registrarte en todos los portales de tu interés, para encontrar ese curso de inglés que necesitas hacer, etc. Divide estas tareas amplias y ponles unos plazos
  • Define cuáles serán tus tiempos de dedicación atendiendo a tu situación personal, tan negativo es “hacer de menos” como querer abarcar más de lo que tu situación personal y familiar te permite. Sé siempre realista.
  • Establece siempre un periodo de revisión de tu estrategia, valora la efectividad y resultados y reasigna prioridades si es necesario.

Recuerda siempre “Un objetivo sin un plan, es simplemente un deseo” (Antoine de Saint-Exupéry). No dejes a nivel de deseo tu objetivo de conseguir un empleo, trabaja para lograrlo.

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